Creativo y de manos intrépidas
de escritura incorpórea y delicada
las mujeres te tienden las sábanas los viernes
y te acurrucás sobre ellas un tanto arisco
desarreglando los pliegues obsesivo
te das vueltas con sonoridad tenue.
De escucha piadosa y enternecida
no te detienen los tropiezos
e insistente afrontas la cobardía
de buscar más allá de las caricias
un piecito que se moje en el río por las tardes lánguidas.
El ayer se fue tras nuevas melodías
y la memoria se colmará de palabras anodinas
cuya armonía elíptica enriquecerá tus frases
con la obstinación de quien resiste los asaltos
y reflexiona sobre su esencia.
Percibo embriaguez poética
en tus relatos diáfanos que me deleitan
sobre cantoras morenas afrancesadas
y amores que enaltecen.
Confío en tu resistencia a la oquedad
tu capacidad analítica tan llena de figuras retóricas
creo en vos cuando creces expectante
preferiblemente turbado e inquieto
que adormecido frente al mar.