El cielo vino tinto
está lleno de espumas y de luces
de un sol que se apaga
aunque no sé si es el paisaje
o mi taza de vidrio con té negro.
Reconozco esa ventana y esa fotografía que es siempre la misma pero diferente
una ama de casa que va al cine a escondidas del marido
el niño que descubre a la siesta un mundo de posibilidades.