Frases enmudecidas

Las calesitas permanecen cerradas en las plazas

mientras errantes aparecidos deambulan

en noches abúlicas y melancólicas

y se hace necesario respirar

caminar sin rumbo

porque las palabras han muerto

y la garganta enmudece a gritos

gritos espasmódicos

que añoran ser descorazonados

álgidos y atolondrados

 

Deseo escupir a mis lectores

y vomitarles mi tormento

desahogo insípido

para sucumbir ante la paz

de quien escribe anónimas frases

preñadas de sentidos esquivos

 

¿A quien le importa mi desasosiego?

si con desvelo repito insaciablemente

los rituales del extrañarte

cuando estás

y no estás conmigo

en cuclillas contra la pared de mi baño

transcurriendo escenas oscilantes

entre euforia y pesadumbre

en un film detenido en el tiempo

como blancos y negros que se alternan

amordazados.

Cuando nada es todo

Sobresaltado abrí los ojos

Descubriendo una tarde de domingo aplastante

Catalogando mis horas inocuas

me encuentro aturdido

Nuevamente en un suplicio laberíntico

no me importan los pajaritos

los postres dulzones

los zoquetes de colores esparcidos por el living

los duendes precipitados

que se resguardan de mi mirada

tras los inciensos de lavanda y miel

 

Como no experimentar el horror

de un lunes que sobreviene del pasado

y me arrebata mis últimos tiempos vacíos

tiempos tan atestados de nada

cuando nada es todo

me aferro a ella vigorosamente

como quien no quiere ser salvado

los sentidos se enmarañan

mientras gozoso contemplo

que nada es leerte

y escribirte

cansarme los dedos de tanto tipearte

en un teclado desvencijado y ambiguo.

A trasluz de las cortinas naranja

Veredas barridas al viento de septiembre

soles que bosquejan primaveras

sombras

sombra caminante del miedo

se cobija en siestas lejanas

recuerdos

cubiertos afligidos

desperdigados en su esperanza

enclenques velitas de pasos lentos

caminantes

se adormecen en la distancia

suspiros y cuchicheos tiernos

sin espejos

sin rostros

aguardan impacientes

lágrimas de almas enamoradas

floración de paraíso

gorriones saltarines

desamparado dispongo

dos barritas de chocolate amargo

una frazada más sobre la cama

y toda mi templanza anhelante

de sueños en tazas

y caricias de color naranja.

Cuando no somos piel

Septiembre agitado

portales energéticos que se abren

eclipses

movimientos

juramos siempre ser

reverdecer florido

cielos rosados con neblina

ojos verdes empañados

enrojecidos

entidades despojadas

calores primaverales

de otoño con gusto a ensueño

añoro

con eñe prominente

como signo olvidado y negado

diéresis dibujadas con lápiz

poemas impresos entre estaciones de colectivos

apacigüé tus angustias

me santigüé ante el miedo

abracé la desvergüenza

El viento húmedo me cierra los ojos

vuelvo a la última despedida

sincronizados giramos la cabeza hacia atrás

para vernos una vez más

y las gotitas ahora suspendidas

chorrean

emanan

palidecen

se vuelcan y empañan

sabrosos licores licuados

las desarmo con mis dedos

y me llevo los restos a la lengua

oigo tus palabras

decís que detrás

detrás de las nubes

se esconde la Luna

resurge tu esperanza

en cansado trajinar

de arrugas incipientes

que colman la espera

de quien en silencio repite tu nombre

 

 

Lluvia

Si la lluvia supiera

De manoseos en el cine

arrinconamientos desafiantes

no

la llovizna fría de septiembre no

no siente

Mordiscones

Dientes

Lenguas

Una y otra

Y otra

Y otra vez

Te imploro la repetición

Insistís hasta desgastarme

Vemos las palomas en el balcón de enfrente

restituidos volvemos a enlazar

notas de sudoroso lloriqueo